miércoles, 27 de octubre de 2010

Esencial

Acallando el ego desde dentro
comienza la desesperación por los pasos
las horas, los instantes, los momentos.

Acallando el refugio muerto
hacia el que corren las letras furtivas
anhelantes de pliegues, de dobleces, de forma.

Dibujándose a si mismas apesumbradamente
royendo sus propios bordes, mutilando su propia estela
buscando con angustia la forma sensible... perfecta.

Intentando con golpes certeros magullar mi cabeza
esa que pierde el tiempo, piensa, piensa, piensa.

Actuando se concibe el destino, las ideas son sólo la esencia.

domingo, 24 de octubre de 2010

Foco

Los tiempos parecen dar vueltas
a la esquina, a la inversa, a la directa. Alas.

Vuelan a jirones mis planteamientos, mis metas
la sangre de arrebol musicalizada en la adolescencia,
los escritos de la niñez, los amigos de toda una vida.

Los anhelos de conquistar conocimientos esquivos, dinámicos
cambiantes a cada instante, cambiantes a lo lejos
como esa nubada fría que me sorprendía por instantes
caprichosa lluvia, velos de nube, cumbres de sol entre las aguas.

Una vida entre caretas.
La niña-mujer caprichosamente grosera
escondida bajo un delantal blanco eficiente y respetuoso.

La niña-mujer soñadora e incompleta
escondida bajo el alero de una mente inquieta y revoltosa.

Las mitades dicotómicas, duales y complementarias. Lo sentenciado y la esperanza.

Las estrellas brillantes que sólo alumbran en la muerte lejana. Lo infinito de las distancias.

Los tercios tripartidos, triskelizados. La razón, las emociones, lo instintivo.

¿Por qué anhelo esos desvíos? ¿Por qué se funden en mis sueños coloridos?

Demasiadas aristas y estrategias, demasiadas conexiones e insurgencias.
Basta de divagar, basta de inventar. No puedo deshacerme de mi único vicio... el soñar.

sábado, 16 de octubre de 2010

Idea en Espera

Tengo una tristeza acumulada a cuestas
entre el espacio y la espalda, rozando la médula
dejándome paralizada, insensible, inmutable, medio muerta.

Busco refugio bajo las capas de tela negra
a distancias ínfimas del frío, de la lluvia, de la tierra.
Escapando hacia los soles inventados entre millares de letras
allí encuentro lo que busco... olor a sangre y hierbas frescas.

Dibujando pentagramas, eneagramas y casas plagadas de estrellas
¡Dulces mentiras baratas! de las que me alejé medio ciega.
Escalofríos entre las piernas, piel erizada, sensación de tormenta.

Taladros que perforan mi cabeza, recuerdos imborrables
que a cada instante se reinventan.

Ansiedad insistente, promesas que se quiebran
no creo en lo que pienso, no quiero que amanezca.

Estancada en la noche, cogiendo aire a borbotones
razguñando el rocío, bebiendo lo infinito de la intimidad.

Fractales coloridos, formas infinitas, ausencia de desgaste
melodías guiando la lentitud de las sinapsis en mi cabeza
acordes reconfortando mi leal histeria.

Versos desunidos...

Murió mi necesidad de un pensamiento holístico,
murió todo atisbo de conexión.

No hay reflejo, no hay lamento...
no hay más deseo, no hay más temor.

Adiós soledad, adiós fantasmas, adiós-i-realidad.