viernes, 2 de julio de 2010

Colon

La muerte comienza en los intestinos, donde la mierda putrefacta encuentra un ambiente ácido para plagar de bacterias cuneiformes que se divierten en el circo de lo masticado, digerido, asimilado.

Pasan los días y alimentamos un ambiente oscuro, húmedo, de olor penetrante y desagradable. Pasan los días, las tripas se llenan y comienza el viaje de la expulsión, donde lo inútil encuentra su pase gratis de salida, donde los diamantes en bruto no asimilados se alistan a emprender un viaje sin retorno hacia el olvido, hacia un espacio ilimitado.

La muerte comienza en los intestinos, mientras la digestión puebla los espacios más recónditos, aquellos nudos y dobleces propios de las franjas que le siguen al estómago. Desde allí la invasión se hace evidente llegando al esófago, produciendo naúseas y palabras vomitivas en pleno espacio de bilis y escondites. Escondidos entre 4 paredes, expulsando los montones de energía ingeridos... como si con eso se pudiera llenar el vacío interior que duele y resquebraja los pensamientos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario