viernes, 2 de julio de 2010

Doom

Aullidos que emergen desde las fauces de la oscuridad
donde se congelan los colores otoñales
y se pierden los pensamientos insanos de púrpura perdición.

Anhelos de sangre, hilos de sangre descendentes
mediados por los juegos azarosos de la gravedad.

Instrumentos lentos, latidos potentes, los últimos estertores.

Destrozando la piel, las vísceras emergen húmedas
porque este sonido no emerge del pensamiento
duele y se concibe en las entrañas.

Demencia aprisionada en versos, en notas, en lamentos.
¿Como resucitar la esperanza que ha muerto
cuando el primer acorde te condena?

Supuesta paz desencadenada, alivio momentáneo
mandrágora suspendida sobre el pensamiento.

Y te vas a la mierda!!!
la introspección duele...
el conocimiento de tus limitaciones duele...

Duelen las emociones, la distancia, el aislamiento...
duelen los recuerdos, duelen las miradas que ya no volverán
duelen las ausencias, duele la búsqueda de la felicidad esquiva
duele tu rostro sobre el mío, aspirando mi vacío interno.

Un paso tras el otro... motivados por el miedo y el dolor
¿Acaso existirá la paz de la tumba?

La tierra me mide en base a errores
a incontables gusanos royendo energía
a cotidianos y minúsculas gotas de vida.

No me queda tiempo para encogerme en la guarida
el descanso eterno me produce desesperación.

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